sábado, 15 de agosto de 2009

RECORDATORIO

A Pedro Soria
Mi padre


Se celebra por fin como cada año
la llegada del día veintinueve.
Esa fecha en que mi alma se conmueve
llorando por lo tanto que lo extraño.

La vida no es la vida, que es engaño
que engañándome a mí también se atreve
a beber de las fuentes donde bebe,
olvidando mis lágrimas sin paño.

Solo siento sentir que te he perdido
en la ruta del sol por donde medro
buscando de beber en el olvido.

Necesito la sombra de ese cedro,
que oculte entre sus ramas lo vivido
y ayude a recordar como era Pedro.

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