domingo, 16 de agosto de 2009

PÉTALO AZUL

A Carmen G.Castro

I
Si lees esto, existe el secreto.
PRÉNDEME.
Inhala con tu fuerza, y tu mirada,
y tu alma, y tu cuerpo,
mi cuerpo, mi alma,
mi mirada y mi fuerza.
Y mantenme contigo, y en ti, todo tu tiempo.
Y con tu fin, acabe mi tiempo
y mi precipitado adiós
confundido con tu adiós precipitado.
Y exhálame si ello te calma,
y mantenme si ello te clama.
Llena de azul tu tiempo

II
Prevención de inexactas interferencias,
confrontación directa de rítmica sentencia,
con la dinámica disparidad de abúlicas sensaciones...
¿Curiosidad?, ¿Deseo?.
Preserva tu soledad para un largo entre azules.
Tu soledad.
Tu sonrisa en soledad.
Arco Iris ansioso, trémulo, pragmático,
incruenta edad que desespera en vieja y siempre
nueva lid con azules y entre azules.
Solo si sola, desboca el azul de tu sonrisa.

III
Saber, conocer, discernir, repasar,
consensuar, aliviar, desgañitar, complicar,
severo, justo, honesto, despechado,
encadenado, insufrible, mecánico, regalado...

Regálate con su tinta, y crucifica tu sentimiento
contra la posibilidad de la irrealidad.

Llena, machaca, piensa, difumina, remarca, tacha...

Luz plúmbica que inyecta su éxtasis, norma,
praxis, luz, amplexicaulo que asfixia las equis,
y todas las equis te acercan y te retrasan
...y tus miedos.

Rompe tus ocres y acércate al azul en tu pelo.

IV
Si en tu dependencia parcial, práctica,
Encuentras mi embargo,
y si mi tersa te embriaga,
y cadalso rojo de fragor contenta,
piensa.
Si tu cielo dicta forma enfática y amaras,
desiste.
Y si persiste hueco,
frecuencia de energía intacta,
déjate seducir por el sopor de azules perfiles en circulo,
y si de laminas que llegan a tus labios,
úsalo, azul,
y si de semillas de desesperación, o deseo,
sufrimiento, o soledad,
úsalo, azul.

V
Penetra en su secreto,
y, verde, te asaltará mi secreto,
y rosa mi deseo,
y azul mi sueño,
y negro, mi triste muerte.
Y entre flechas, su resumen,
mi noche y mi cielo,
mi escarcha y mi vuelo,
mi rosa,
y mi azul,
y mi secreto,
y mi triste, mi negra y triste muerte.

VI
Desde tu canto de sirena,
alza tu cáliz al color que tu pretendas,
y silencia tu silencio,
y escancia de nuevo,
o sírvete de tu siervo,
o muéstrate en mi arena.
Embriaga con tu presencia la presencia alada
y muerde el tiempo que oscurece y cae.
Y mancha de azul la escarcha para que yo beba.

VII
Carbones, tus encendidos,
repasan cumbres, cúmulos sedientos
de ávida mirada que conturba.
Y en ellos, escondida, mi alma reposa,
y mis oídos, rezagados, desesperan su llamada

VIII
En su queda estancia,
inalterable en el tiempo,
en el más rabioso presente,
breves al son del final,
en su música,
las palabras te perfilan

No hay comentarios: