domingo, 23 de agosto de 2009

LEON FELIPE POEMA MANUSCRITO



Un manuscrito de León Felipe de 1.932
A la memoria de Hector Marques, Capitan de la marina mercante española

(Escrito en papel carta del Hotel Mexico, Santander)

domingo, 16 de agosto de 2009

RECUERDOS

Al final solo te quedan recuerdos
(Extracto del poemario “Recuerdos”)

Almería

Las esquinas perfiladas
de la calle Zaragoza
donde un inmenso portal,
ya de viejo anochecido,
se abría en veinte peldaños
que llevaban a mi abuela,
a las luces y al piano,
los dos de madera negra.
Y los rojos apagados
del contorno del espejo
como fieltro envejecido.
Ella blanca en su piel blanca
y “Jesús” siempre en los labios
y una enorme biblioteca
y en su sillón, siempre, ella
con, siempre, su pelo cano,
rodeada de sus hijas,
las que nunca se casaron.

Felix

Después vinieron los charcos
y los burros y las bestias,
las campanas y los cántaros
y la fuente y el molino,
la almazara, los ribazos,
los olores y la siega
y los agostos secanos,
y las formas de las nubes.
Allí los primeros pasos,
la escuela de Don Manuel,
el queso, la leche en polvo
regalo de americanos.
Las carreras por la cuesta,
las heridas en las manos,
las moras y las ayozas,
las almendras, once hermanos
que comienzan a vivir
entre matas y lagartos.
En invierno fueron nieves,
frío, estufa, risas, llantos.
Las primaveras floridas.
En otoño los gusanos
en capullos amarillos
para dormir. El verano,
es el tiempo de la siega
y de cubrir el solano
con el sombrero de paja
y la siesta bajo el árbol.
y las eras con su trilla,
y la búsqueda de espárragos
trigueros para mi padre.
.............
Fueron pasando los años,
los otoños, los inviernos,
primaveras y veranos
fueron pasando testigos
cogiéndose de la mano
unos años a otros años.
.............
...El primer pantalón largo
herencia sin duda alguna
de alguno de mis hermanos.
Era vaquero, recuerdo,
de parches entrelazados
cosidos y recosidos,
diez mil veces remendados.
Los juegos allá en la plaza.
San Roque, ruido, petardos,
los músicos, procesiones.
Un burro carga unos fardos.
Y mientras los hombres lloran
lágrimas miles de esparto,
y las mujeres, de negro,
van a la fuente con cántaros

Mi padre

Adiós al traje de pana
y al primer pantalón largo
y a la fuente y a la plaza
y a los mulos con sus tábanos.
Solo me quedan recuerdos
de aquellos tiempos lejanos
destacando sobre todos
el hombre fuerte y humano
de mirada penetrante,
siempre tendiendo la mano,
siempre dispuesto a escuchar
lo que de risa y de llanto
tuviera cualquier persona
que se acercara a su lado:
Mi padre, Don Pedro Soria:
El mayor de mis hermanos.

HERENCIA

A José y Helena

José
Eres tú mi primer brote,
la transparente esfera
que golpea los cristales
donde las ondas se expanden.
Y cada una
frenada en mi recuerdo
como islas que se ensanchan.

A ti te dejo tu perfil
y el alma desbocada
que busca a tu través
la inmortalidad vivida.
Los castillos de arena,
las formas perdidas
de sus granos en las olas.
Te dejo la pulpa, la savia
de la fruta prohibida
y un pantalón largo.

Helena
Eres tú
la que vino con el viento.
La que hundiendo su mirada
ralentizó el tiempo.
Viniste como las hadas,
destellando,
soñando tu pelo al cielo.

A ti te dejo una bola roja,
y otra amarilla, y otra azul.
Y una pregunta constante.
Te dejo, otra vez, mi guante
y un lunar en la barriga.
Tu pelo para la pesca
y tu dedo enamorado
del camarón que te persigue.
Te dejo tu suma y sigue
y un semáforo
de un eterno color verde.

ANGINA DE PECHO

Al autor

¿Dónde pincha la razón
que de razones no entiende?
¿Dónde la luz se extiende?

En el corazón.

¿Dónde vive su explosión,
la carcajada, la risa?
¿Donde se duerme la prisa?

En el corazón.

¿Dónde rompe la emoción,
donde se pierde la pena?
¿Donde está la paz serena?

En el corazón.

¿Dónde guardas la canción
que te recuerda el momento
que viviste un sentimiento?

En el corazón.

¿Dónde está la selección
de presencias ya vividas?
¿Dónde guardas tus heridas?

En el corazón.

¿Quién es de la ira el colchón,
quién es del amor la esfera?
¿Dónde se encuentra la espera?

En el corazón.

¿Dónde guardas la oración,
donde el rezo y los fracasos,
Donde implantan marcapasos?

En el corazón.

Pues cuando este le impone arritmia al paso
y te impide seguir codo con codo.
Y cuando en vez de hierba pisas lodo
y sabes que te queda un rato escaso.

Cuando no duele el alma y duele el pecho,
cuando solo te queda escaso trecho;
¿Dónde se esconde tu desolación?

En el corazón.

PÉTALO AZUL

A Carmen G.Castro

I
Si lees esto, existe el secreto.
PRÉNDEME.
Inhala con tu fuerza, y tu mirada,
y tu alma, y tu cuerpo,
mi cuerpo, mi alma,
mi mirada y mi fuerza.
Y mantenme contigo, y en ti, todo tu tiempo.
Y con tu fin, acabe mi tiempo
y mi precipitado adiós
confundido con tu adiós precipitado.
Y exhálame si ello te calma,
y mantenme si ello te clama.
Llena de azul tu tiempo

II
Prevención de inexactas interferencias,
confrontación directa de rítmica sentencia,
con la dinámica disparidad de abúlicas sensaciones...
¿Curiosidad?, ¿Deseo?.
Preserva tu soledad para un largo entre azules.
Tu soledad.
Tu sonrisa en soledad.
Arco Iris ansioso, trémulo, pragmático,
incruenta edad que desespera en vieja y siempre
nueva lid con azules y entre azules.
Solo si sola, desboca el azul de tu sonrisa.

III
Saber, conocer, discernir, repasar,
consensuar, aliviar, desgañitar, complicar,
severo, justo, honesto, despechado,
encadenado, insufrible, mecánico, regalado...

Regálate con su tinta, y crucifica tu sentimiento
contra la posibilidad de la irrealidad.

Llena, machaca, piensa, difumina, remarca, tacha...

Luz plúmbica que inyecta su éxtasis, norma,
praxis, luz, amplexicaulo que asfixia las equis,
y todas las equis te acercan y te retrasan
...y tus miedos.

Rompe tus ocres y acércate al azul en tu pelo.

IV
Si en tu dependencia parcial, práctica,
Encuentras mi embargo,
y si mi tersa te embriaga,
y cadalso rojo de fragor contenta,
piensa.
Si tu cielo dicta forma enfática y amaras,
desiste.
Y si persiste hueco,
frecuencia de energía intacta,
déjate seducir por el sopor de azules perfiles en circulo,
y si de laminas que llegan a tus labios,
úsalo, azul,
y si de semillas de desesperación, o deseo,
sufrimiento, o soledad,
úsalo, azul.

V
Penetra en su secreto,
y, verde, te asaltará mi secreto,
y rosa mi deseo,
y azul mi sueño,
y negro, mi triste muerte.
Y entre flechas, su resumen,
mi noche y mi cielo,
mi escarcha y mi vuelo,
mi rosa,
y mi azul,
y mi secreto,
y mi triste, mi negra y triste muerte.

VI
Desde tu canto de sirena,
alza tu cáliz al color que tu pretendas,
y silencia tu silencio,
y escancia de nuevo,
o sírvete de tu siervo,
o muéstrate en mi arena.
Embriaga con tu presencia la presencia alada
y muerde el tiempo que oscurece y cae.
Y mancha de azul la escarcha para que yo beba.

VII
Carbones, tus encendidos,
repasan cumbres, cúmulos sedientos
de ávida mirada que conturba.
Y en ellos, escondida, mi alma reposa,
y mis oídos, rezagados, desesperan su llamada

VIII
En su queda estancia,
inalterable en el tiempo,
en el más rabioso presente,
breves al son del final,
en su música,
las palabras te perfilan

DESEO

A Carmen García Castro

En pálpito esquivo de piel rosada,
risa mirada, encendida promesa,
grato vaso de ron sobre la mesa
olvidado al arrojo de la osada

mil cristales...
cadencia de nieve la espalda rompe,
enhiesta la espada perfil de bronce,
desbocado tropel en cetrería

desalojo la ropa de su carne
encallado en el néctar de su copa
y la callada risa de su boca
anuncia mi descenso y su desarme

mil cristales...
cantado grito de la eterna espera
subo al pescante de su luz, esfera
cálida de mármol que Venus pía

y desnudo entrego a su negro rompeolas
mi palabra y mi verbo, mi sonrisa,
mi silencio, mi atención, mi corta prisa,
mi ceguera y sordera a caracolas

mil cristales...
y regreso vestido en su fragancia,
y regreso con sueños de la infancia,
y la siento en mi regreso algo mía

Culmino la embestida en su negrura
y rompe mi cerebro en mil pedazos
y rodeo su explosión entre mis brazos
hijos presos de blanco en su blancura

mil cristales...
mil cristales doblegan la visita,
mil cristales que alejan la termita
que la noche adormece en su armonía.

SI LA VES

A Carmen

Si la ves...

Dile que te diga
que me digas
que me quiere,
que la quiero.

Si la ves...

Ella lleva una sonrisa
que quiere salir queriendo.
Y lleva un libro en la mano.
O, seguro, está escribiendo.

Si la ves...

La conocerás por la chispa en sus ojos,
por su corto pelo,
por sus manos cantarinas
y sus labios gruesos.
Por su cuerpo de figulina,
por sus pechos.

Si la ves...
Si tienes tiempo...

Dile:
Que gasté toda mi vida
en segundos de silencio.
Que tenía que haberle dicho...
en vez de quedarme quieto.
Todo menos callarme
para morirme deshecho.

Que quise decirle, dile,
que fue más azul el cielo
siempre que estaba conmigo
y jugaba con su pelo.

Dile que ya no me duermo,
para no robar segundos
al tiempo que en ella pienso.

Dile:
“Tu voz clara, divina
está rompiendo su verso”

Si la ves...

La conocerás por el tiempo.
En ese instante parará.
¡Te lo aseguro, es cierto!
¿Cómo no se va a parar
si hasta se paró el viento,
si hasta el sol salió de noche
por verla solo un momento.
¡Y la luna tuvo celos!

Si la ves, dile...

Que la espero en mi selva.
Que estoy gritando, perplejo,
desde la casa cerrada.
Que hasta en llave me convierto
para entrar así en su vida.

Dile que tengo un rió de aguas claras,
casi quieto,
esperando que se bañe
para sentirme completo.

Dile que soy ese ruido
que escucha detrás de un cedro.

Si la ves...

Dile que la espero.
Que de ella me hablan las hadas
mientras encienden luceros.

Si pudieras...
Si la ves...
Dile que la quiero.

POEMA INICIADO

POEMA INICIADO
A ellas

Allá al fondo
el fogonazo intenso de un cíclope
y otro cíclope
en el mismo segmento.
Medusa quieta
de certeras raíces.
Lisa arruga que rompe el tiempo.

Allá al fondo,
luz sobre palmas mojadas
y estela de aromas
de mañana de sol.

Y dentro de mí
el tedio que confunde
lo esperado y lo querido,

Déjame entrar en tu sonido,
abrir las compuertas de mi verso,
entrar en ti por el reverso
de la carta nunca escrita,

¿Dónde quedé perdido?
¿Dónde olvidé la estampa

que fija queda en la memoria
como vuelo decidido?
¿Dónde tu espíritu, mujer,
dónde mi frío?

Y acaso...
¿Exististe alguna vez?
¿Fuiste solo un sueño?
¿Eres solo un sueño?

Has participado de mí en el delirio,
en las noches de sabanas,
en las tardes de hastío,
en las formas de las nubes que se cierran
y se abren.

Sí, has sido el centro
de mi vida,
de mis sueños,
de mis lagrimas,
de mi vino.

Aún te tengo en el tacto
de mi memoria.
Aún sigues conmigo.

¿Somos amantes?
¿Y yo... soy tu amigo?

Te amo por lo que tienes de distante
y te odio por lo que tienes de olvido.

Ya sé, tienes la cara redonda,
o delgada,
o con pecas,
o acaso nariz aguileña
hundiéndose en mi rostro
al compás de un beso.

O tu nariz es pequeña
o tus labios fríos
o tus ojos no me miran.

Quizá pasaste por delante
alguna tarde de primavera
o estío.
Acaso me fije sin verte
y mis pupilas retrataron tu rostro para siempre.

Soy tuyo, no lo niego,
pero es mentira que lloro por ti,
es por mí por quien me río.

La música... la música se me clava
cada vez más fuerte
en la memoria,
la música, un suspiro.

Recuerdo tus versos, no los míos
que nunca fueron.

¿Quién te inventó?
¿O acaso pasaste por delante
alguna tarde de primavera
o estío?

Tediosas las calles desiertas
sin ti, conmigo.
La ausencia de coches,
la ausencia de ruido
interrumpida por los truenos
de mi destino.

¿Quién eres,
quien has sido?
¿Por qué te conviertes en mi delirio?
¡Deja ya de acosarme
y vete como el ofidio
se esconde en las piedras
secas de sol! ... Mi libro.

No puedo mojarme, mas sigo
cada noche sentado
en las aguas del rió
que me lleva hasta ti
que no eres,
que no has sido.

¿Qué es la nostalgia
sino ese cirio
que se prende en la memoria
y despierta a los grillos...?

Te veré otra vez, te veré
cuando me duerma de puro cansancio
de pensar y pensar.
Te veré en el silencio
y en el clamor de la ausencia.

¿De qué te ríes,
por qué me mortificas con la risa
de tus dientes blancos,
tan pequeños...
con tu cara roja,
tu nariz tan recta ...?

No eres, no existes,
soy yo,
y... me abrazo
fuerte, fuerte
y me canto canciones y me giro
y te veo en los espejos.

¿Sabes?
Te deseo.
Te siento alta y pequeña,
y bella y hermosa,
nacida del brío
con que te pienso
con tu pelo corto
y tu pecho erguido,
musculoso,
incierto,
sencillo.

Cuando me hablas con voz bronca
te recuerdo como el amigo
que tuve
¿O no es cierto?
¿No estuviste?

No puedo estar solo.
El frío...
Estos sentimientos....

¿Quién eres?
¿Por qué te confundes en mi memoria?
¿Por qué calzas las luces
incipientes
del rocío?

¿Estoy solo?
Mas no muero
me diluyo en el silencio
compartido
con mil sonidos de la noche,
del sol
y de las nubes rojas de mi otoño.

Tengo que salir de mí.
Pero... ¿A dónde iré
si te escondes en los juncos,
si solo veo tu sombra colgada del viejo roble
tan viejo como mi memoria,
tan viejo como el sol
que me restalla en los oídos?

Eres ella, seguro.
Eres ella, no hay duda

No puedo verte,
no existes,
pues soy el último hombre sobre la tierra.

¡DIOS!....

¡Comienza el ciclo,!

No la dejes vivir para siempre dentro de mí,
dale una forma,
la forma de una espada,
la del lirio,
la de un cometa fugaz,
la del sentido,
la de un árbol gigantesco,
la de un águila con ojos fríos.

Dale la forma que quieras
pero déjala conmigo.

NO ME DIJO ADIÓS

A mi tío Julio
en la muerte de Carmencita

Sí.
Volveré a acariciar su pelo
cuando se eclipse la luna en la distancia.
Cuando su soledad me rompa las venas
encendiendo la nostalgia.

Sí.
Volverá a entrar en primavera
a raudales por las ventanas abiertas,
Y su aroma envolverá la estancia
de jazmines y violetas

No.
No me dijo adiós.
Se apagó en el instante en que se detuvo el mundo.
Se fue sigilosa hundiéndose en su mirada,
dejando olvidada su sonrisa en el armario
donde duerme su bufanda

No.
No me dijo adiós.
Pero me dejó su peine y sus sandalias,
y de su pelo un mechón escondido
donde duerme la calma


Cada rincón, cada esquina,
cada silencio, la almohada,
cada ruido de la puerta,
la reclama.

Cada recuerdo avivado,
cada recuento de nada,
cada mirada al cielo,
la reclama

No.
No me dijo adiós.
Pero escondió su aroma bajo las sabanas
donde lavo los recuerdos con mis lagrimas.

EL PADRE

La noticia del periódico decía:
Una niña gitana ha sido asesinada por la familia vecina


Bajando va por la cuesta
con sonido de tambores,
en la caja rojas flores,
y blancas en una cesta.

Es un cofre diminuto
que contiene lo que fuera,
que lleva la primavera
que se perdió en un minuto.

Sentires, sangre y navaja
cortando la brisa fresca
con la presencia dantesca
en el cortejo que baja.

Herido de muerte y lanza,
y cansado de los ojos,
en sus hombros los despojos,
y en sus ojos la venganza
Ya regresa revestido
de su peso y de su rabia
de haber perdido la savia,
de haber perdido el olvido.

Lejos ya el cercano beso.
...Y deja abierto el cerrojo
creyéndola ver al reojo
esperando su regreso.

Y el olvido de la nada
bajo la luz de las velas
absorbiendo las secuelas
de la forma de la espada.

LA CAMA DESECHA

LA CAMA DESECHA

Mi mamá cuando se enfada
conmigo por algo malo,
no me mira y no me habla,
pero se como llevarle
la sonrisa hasta su cara
y siempre acaba diciendo
que me quiere, que me ama.

Ahora mi madre no mira
que tiene vuelta su cara
hacia el techo, que es su cielo,
con la cabeza en la almohada.

He gritado tanto, tanto,
que he temido hasta asustarla,
pero ella ya no me mira,
ella ya no dice nada.

¿Mamá, por qué no me miras,
por qué no me dices nada?
Es que ha sido sin querer
que me subiera a la rama
del árbol que vive enfrente.

... Y le tiro de la falda
pero si quiera respira,
parece que esta cansada
de no creer lo que digo.
Yo no quiero que se vaya.

Mamá, que voy a ser buena,
¿Si no digo más tontadas,
si me como todo, todo,
y arreglo después mi cama
y no te pido regalos
y no me quedo descalza
y te abrazo fuerte, fuerte,
cada vez que al cole vaya...?
¿Volverás a darme besos,
seré de ti tu mimada?

Pero mamá no me mira,
está tumbada de espaldas
durmiendo, creo, que del todo
en esa desecha cama.

DESPERTARES

I
En mi casa soy princesa
y me compran siempre helado.
Mi papá me lleva al cine
cuando sale del trabajo
y mamá me compra chuches
hasta llenarme las manos.
Y los tres nos vamos juntos
a pescar en el ribazo.
Tengo también mil muñecos
en un armario empotrado
que tengo en mi dormitorio
donde guardo los zapatos.
Y todos, todos los días
me abrazan y los abrazo.

II
No tienes ninguna casa,
ni siquiera tienes gato,
y las chuches que te comes
a los sueños has robado.
Nunca estuviste en un río,
que solo has visto un pescado
cuando te lo ponen frito
si ese día está barato.
Si no: ¿Por qué siempre lloras
cuando vamos a acostarnos?
Si no: ¿Por qué siempre vives
en este horrible orfanato?
¡No tienes padre ni madre!
...¿Vienes?, juguemos un rato.

COLORES

Mama
Te voy a contar un secreto.
Tengo muchos colores
unidos a mi recuerdo.

Mamá, dime.
¿Por qué es la nieve tan blanca,
tan amarillo el lucero
y tiene el color tan rojo
la sangre al pincharte un dedo?

Dime mamá.
¿Y por qué verde la hierba
y negro tu negro pelo?
¿Por qué la mar es azul
igual que es azul el cielo?

¿Sabes, mamá?
Que la noche es tan negra
que hasta a veces tengo miedo,
pero sé que estas conmigo
calentándome en tu fuego.

Mamá, oye.
¿Por qué los colores quieren
ser tan distintos entre ellos?

Espera mamá, la última:
¿Con qué color tú me quieres?

Con el arco iris te quiero.

NO SOMOS NADA

ADVERTENCIAS 4

No somos del final ni cuatro partes.
Ni del principio somos la primera.
Vivimos, eso sí, la misma esfera
creyendo conocer todas las artes.

Que somos de semana solo un martes
soñando de estación ser primavera.
Y solo somos, sí, la calavera.
Del juego de la vida, los descartes.

Creímos ser de Dios los elegidos
y sembramos de muerte las veredas
donde el árido campo ya se muestra.

Buscamos los placeres más prohibidos.
¡Pues mata mientras vivas lo que puedas,
que al morir, esa esfera ya no es nuestra.

VOLVERÁN

ADVERTENCIAS 3

Te dirán que jamás fueron los malos.
Llenarán de banderas tu memoria,
creerás que una canción es la victoria,
que luchas por trigar los campos ralos.

Si pueden morderán, pues son escualos
que imponen su terror, buscan la gloria,
que montan asesinos en su noria
y los sirven de honor y de regalos.

Tú puedes decidir alzar la mano
rompiendo tu cerebro en mil pedazos
para que ellos se sirvan un buen vino,

o puedes resaltar tu ser humano
y uniéndote con otros de los brazos
ocupar todo el ancho del camino.

MUNDO CONGELADO

ADVERTENCIAS 2

Peste, ruina, tsunami nauseabundo,
sangre, gruta, dolor, un centimillo,
distancia, soledad, amor sin brillo...
Ese que tú nos cuentas es tu mundo.

Ese que nos dibujas, infecundo
y que lleva la muerte por zarcillo,
el que solo se mueve en un pasillo
que desata un rencor triste y profundo.

La búsqueda del ser que nunca fuiste,
el plagio decidido de un arcaico
y ese triste recuerdo ya secado.

Ese toro de muerte que te embiste
convirtiendo tu vida en un mosaico,
ese mundo es tu mundo congelado.

AVISO

ADVERTENCIAS 1

A jueces, Oeneges y gobernantes,
políticos, doctores, religiosos,
pirómanos, pasotas, rencorosos,
empresarios y yupis, comandantes,

cazadores, armeros, fabricantes,
cretinos, arribistas, belicosos,
presidentes, romeros, codiciosos,
taladores, golfistas, traficantes…

A los que nombro, y a los que no, digo:
Que cuando falte el agua para el trigo,
cuando el último árbol se desplome,

cuando la última flor pierda su estambre,
cuando tus hijos, nietos, pasen hambre:
que el dinero amasado no se come.

COMPARACIONES

A CARMEN 7

Pues las comparaciones son odiosas
aplastaré la tierra que me tapa
sintiendo como el aire se me escapa
cambiando en amarillo tonos rosas.

Pues las comparaciones son odiosas
reduciré mi mundo a este mapa
que pierde su color, que se decapa
sintiendo el espesor de varias losas.

Pues las comparaciones son odiosas
me olvido del olvido de su olvido
y cumplo con el pacto no pactado

de ejercer como simple enamorado,
de comerme, comer sin ser comido,
pues las comparaciones son odiosas

RUEGO

A CARMEN 6

Fúndeme en el crisol de tu belleza
y llévame, salvaje, hasta tu centro.
Y sírveme un buen vino en el encuentro
porque afirme el sabor de tu tibieza.

Porque eres levadura en mi cerveza,
y de mi terremoto el epicentro,
la causa que me angustia desde dentro,
porque eres fuerza pura y yo torpeza.

No consigo dormir, no viene el sueño.
Y si viene, me turban las arañas
que marcan rudas tasas a mi empeño.

Y si viene, me sajan las guadañas,
haciéndome sentir solo y pequeño,
hundiéndome su acero en mis entrañas

GOTA Y ROCA

A CARMEN 5

Ya no tengo la fuerza de tu sexo
ni serena mi vista tu piel clara...
Ya solo tengo el goce de tu cara
que recuerdo a la luz de un viejo flexo

Si cóncavo nací, ya soy convexo,
herido por el toque de tu vara,
que en tu vida por siempre militara
sin tique de caducidad anexo.

Si alguna vez herí tu compromiso
hollando gota a gota piedra dura,
taladrando tu vida sin permiso,

es justicia sentir lo que ahora siento
si te vas apartando sin presura
en un claro, preciso, alejamiento.

DESCRIPCIÓN

A CARMEN 2

Yo puedo describir el mar y el cielo,
hasta un atardecer rojo perlado
puedo describir. Un enamorado.
De un águila veloz pintar su vuelo.

Yo puedo describir lo que es el celo
con que miro de frente al ser amado.
Puedo describir una flor, un prado,
…su risa, su nariz, su corto pelo.

Contar de mi sentir cuando su ausencia
me imprime en cada fibra su dolor,
y como cuando asoma rompe el hielo.

Mas busco las palabras y su esencia
en ansia descriptora del amor
y se ocultan detrás de un sutil velo.

TU NOMBRE

A CARMEN 1

Un nombre y una flor pedí a la vida,
un silencio, mil risas, un por qué.
Un “te amo y mientras viva te amaré”,
que arrase con su nueva amanecida.

Un mágico elixir para mi herida,
un algo indefinible, que se fue,
esa chispa que inunde con su fe
una leve presencia no intuida.

Esa fruta jugosa, mas prohibida.
Esa mirada en que me sienta hombre.
Esa sonrisa grande y divertida.

Una inmortal presencia que me asombre
a Dios pedí de forma decidida
y con letras de sol me dio tu nombre.

sábado, 15 de agosto de 2009

NOSTALGIA

TRIPTICO A JAEN III

A Lola García Castro


La mano ya no busca más la mano
ni la risa se funde en la mirada.
Mi mundo está sufriendo una parada,
mi mundo, antes liso, antes llano

La mano ya no busca más la mano.
Mi vida está esperando en la estacada
que muevas tu sonrisa, y de la nada
desmontes de mi mente todo arcano.

Ya no puedo pensar si no te pienso,
y si pienso me angustia la premisa
de haber perdido parte del verano.

Me duele tan profundo, tan intenso
haber perdido parte de tu risa
que muero por asirte de la mano.

LA COCINA

TRIPTICO A JAEN II

A Maria Dolores Castro


Solo tú la sirena de aceituna,
dama triste, feliz, inteligente.
La verde oliva forma tu pendiente
y su aroma reposa en tu laguna.

A veces te bañó la luz de luna.
a veces, sí, la rabia de la gente.
A veces te bañó la cresta urgente
de las olas que rompen una a una.

Solo sé de tu vida la comedia
que entre risas se vive en tu cocina
mientras todos te besan y te abrazan.

Mas la vida también tiene tragedia,
habiendo que vivir, rosa y espina,
entre llantos y risas que se enlazan.

CINCO LUCES

TRIPTICO A JAEN I

Maripaz G. Castro


Cinco fueron las luces de la luna
y cinco los combates de la nada.
Cinco las veces, cinco, que fui hada,
cinco canciones me cantó la tuna.

Cinco somos, hermanos de fortuna,
cinco veces al campo estuve atada,
cinco veces comí de madrugada
cinco tallos de flor de la aceituna.

Y son cinco los dedos de mi mano
que planto cinco veces al destino
por ver la quinta esencia de una rosa,

saber quien entre cinco no está vano,
y saber con qué cinco tomo vino
pues sabed: más de cinco es mala cosa.

RECORDATORIO

A Pedro Soria
Mi padre


Se celebra por fin como cada año
la llegada del día veintinueve.
Esa fecha en que mi alma se conmueve
llorando por lo tanto que lo extraño.

La vida no es la vida, que es engaño
que engañándome a mí también se atreve
a beber de las fuentes donde bebe,
olvidando mis lágrimas sin paño.

Solo siento sentir que te he perdido
en la ruta del sol por donde medro
buscando de beber en el olvido.

Necesito la sombra de ese cedro,
que oculte entre sus ramas lo vivido
y ayude a recordar como era Pedro.

ELEGIDA

A Carmela Estevan
Mi madre


Si pudiera escoger no dudaría.
De todos los olores ese olor,
de todos los colores el rubor
que en tu cara despierta cada día.

Por toda pertenencia tu alegría,
de todos los sabores tu sabor,
de todas las miradas el calor
conque prendes, mirándome, la mía

Entre miles de cielos, tu ancho cielo,
de sonidos, tu dulce melodía,
por todo amanecer tu blanco pelo.

Tus besos, tus caricias pediría,
que solo en tu presencia me consuelo.
Si pudiera escoger te escogería

SANGRE Y CUCHILLO

A Helena Soria Sarmiento

Porque eres a la vez sangre y cuchillo,
viento y vela, la paz eres y el trueno.
Eres el malo y a la vez el bueno,
porque eres el fulgor y eres el brillo.

Tú hueles a rastrojo y a tomillo
y conviertes tu cuerpo en Nazareno.
Tú bebes de la vida su veneno
y a la vida le cierras tu pestillo.

No es el oro el metal que te deslumbra,
el que contigo ríe tu propio llanto
y de noche su luz tu sueño vela.

No escapes de la voz que no te encumbra
ni sigas las sirenas por su canto,
que en el agua el rielar solo es estela.

ELLA

A Helena S.S.

Tus ojos, sueño negro inmarcesible.
Tu boca roja en risas desbocada.
Celosa tu nariz acelerada
y rosa tu mejilla inaccesible.

En tu labio prendido un imperdible.
Tu oreja de pendiente decorada.
Cuando frunces el ceño, descocada
... pero siempre en tu mundo irreductible.

“Soy futuro” me digo mientras pienso
en dictarte de amor esa que fuera
la palabra abridora de tu mente...

mas no sale la voz, me quedo tenso
pensando ante la fruta de esta higuera:
“Están verdes, ¡Que sí!, seguramente...”

ENTIMISMADA

SOBRE POETAS VII
A Julia Estevan,
poetisa, por su libro “Entimismada”

Abriste las compuertas de mi verso
al prestarme tu libro entimismada.
Desde el azul brillante en su portada
hasta el brillante azul en su reverso,

en tus rimas tan cálidas inmerso,
te siento del Amado enamorada.
He caído rendido en tu posada
al fundirme contigo en tu universo.

“Yo no puedo esgrimir sabiduría”
Escribiste en tu libro con modestia,
sin creerte que de ella estas sobrada

“Admiro en otros la soberanía”
confiesas sin tomarte la molestia,
de ver que eres de todos admirada.

CONOCERTE

SOBRE POETAS VI
A Angelina Gatell

¿Quién esa paloma que con ramo de laurel
mi corazón toma?
¿Quién quema mi Roma,
quien con ritmo asoma entre sus labios un clavel?

¿Qué olores, aroma, nacidos de su vergel
guarda en su redoma?
¿Cuál es la maroma,
qué brida, qué doma, me convierte en su corcel?

¿Cuál de sus sonetos, sus poemas, sus ensayos?
¿Cuál de sus cuartetos,
cuales los secretos que producen mis desmayos?

¿Cuál es la caricia que mis pétalos calcina?
¿Cuál es la Noticia
de ese tiempo que vicia mis desvelos, Angelina?

APNEA

SOBRE POETAS V
Natalia Manzano

He nadado en tus líricas praderas
donde el sol amanece ya de noche
y se muere al nacer. Donde el reproche
se olvida en la pernocta de escaleras.

He nadado gustando las maneras
con que tus tús derrochan su derroche
cerrando, sin cerrar del todo, el broche,
jugando con las bromas y las veras.

Tus letras me confunden con sus guiños
y tu luz aprehendida me encandila,
me resta libertad y quedo preso

como quedan del mar presos los niños.
A un Manzano libé la clorofila
y a tus labios, Natalia, robo un beso.

REDONDO

SOBRE POETAS IV

Arturo del Villar
Por su libro: “El sonido redondo del tiempo"


Es redondo tu artículo, tu ensayo
y redondo el placer que nos provocas.
Redondo como son catorce bocas
contemplando redondas mi desmayo.

Redondo cuando miras de soslayo
y con risa silente nos convocas.
Tú conviertes en oro lo que tocas,
Pues ¡toca nuestra frente con tu rayo!

Tu tiempo convertido en pura alquimia
nos transporta con alas eruditas
hasta un monte cualquiera de Toledo

y prestos comenzamos la vendimia
de aquello que plantaste con pepitas
venido con tu pluma en un viñedo.

S.T. EL FINAL

SOBRE POETAS III

Sagrario Torres
Hospital Ramón y Cajal
Domingo 26-febrero-2.006
Muere el domingo 5-marzo-2.006



Sonoras carcajadas del pasado
traspasan las paredes de la rancia
habitación. En ella solo infancia
y restos de este cuerpo trasnochado.

Las voces que susurran a mi lado
son las voces restadas de elegancia
y vestidas de liso, de ignorancia
al mirarla cumplir con lo sagrado.

No lo ven cuando miran a retazos:
La viste la Gran Dama con su estola
de diamantes, rubís y con mil lazos

color rojo brillante de amapola.
La acoge su sonrisa entre sus brazos
y la baña de espuma con su ola.

ACROSTICO A S.T.

SOBRE POETAS II
A Sagrario Torres por “Catorce bocas me alimentan”


Solamente Sagrario, su misterio,
aporta con sus versos decididos
granadas de sonetos encendidos
regados con su amor, su magisterio.

Arropan al lector en cautiverio
robándole los ojos complacidos.
Inmersos en sus libros releídos
olvidan donde están, en qué hemisferio.

Tu nombre de catorce cifras netas
obligó desde siempre a tu destino:
¡Recitales darías de violetas!

Rosaleda de rosas nunca quietas,
estampas de colores y de vino,
se apilaron tus versos en macetas.

UN CORTO ADIOS

SOBRE POETAS I

Laura Warrell


Vi tu pelo rizado, bien crecido
asomando detrás de aquella mesa
y tus manos asiendo con sorpresa
el libro de un Javier enardecido.

Viendo tus labios, Laura, he creído
tropezar con el cielo, la pavesa
que encendiera, de nuevo, una promesa
de vivir, porque hasta ellos no he vivido.

He notado el calor de tu mejilla,
en tus ojos risueños, esa brasa
y el olor de tu cuerpo prometido.

Ya llega la terrible pesadilla.
En la tarde el silencio me traspasa.
Un beso. Un corto adiós... y ya te has ido.

MARISA

TRIPTICO A CARBONERAS III

A Marisa Caparrós Armand
Una niña toledana en las playas de Carboneras.

A orillas de la playa está sentada.
La espuma con sus pies está jugando,
y el mar y el horizonte está intentando
abarcar con su mano y su mirada.

Su espalda contra azules destacada.
Sus rizos con el viento están bailando.
Su mente, con mil pájaros volando,
roza suave la mar alborotada.

A veces mira atrás y estalla en risa
clavando su mirada en mi pupila
y un dedo señalando al infinito.

Parece que al mirar lanzara un grito,
decirme con los ojos, tan tranquila,
que en la mar, por crecer, no tiene prisa.

LA PLAYA

TRIPTICO A CARBONERAS

A Carmen G.C.

Encrestado su pelo de cepillo,
con su biquini blanco, descansada,
sobre una toalla blanca está tumbada,
ligera como vuelo de cuclillo.

Resplandece cual hoja de cuchillo,
su piel, que de la mar está mojada,
parece de este sol enamorada
y el sol le corresponde con su brillo.

Sus ojos contra el cielo están cerrados
llenando su recuerdo de mil cosas
y las mil, su sonrisa, se las calla.

La mar y el sol con ella desposados
le sirven con su luz catorce rosas
y yo a su lado, aquí, en esta playa.

CARBONERAS

TRIPTICO A CARBONERAS I

Ya conozco de ti lo que me ofreces:
Tu misteriosa luna, tus estrellas,
la arena de tus calas, las más bellas,
el círculo de luz con que amaneces.

El rumor de la espuma en que te meces,
la fuerza de tu mar con que destellas
y ese silencio lento donde sellas
la paz y la pasión con que te creces.

Esa dulce sonrisa en tus mujeres,
la fuerza de los hombres que labraron
tus calles tan estrechas y esquineras.

Solo tú proporcionas mil placeres
a los que a ti, buscándote, volaron
por tu nombre atraídos: Carboneras.

SUEÑO VOLADO

¿Has sentido a un ángel a tu lado?
¿Notado su presencia desmedida?
¿Has pensado qué bálsamo a tu herida
sin su propio sentido la ha dejado?

¿Has sentido su sueño ya volado
buscando lo que cabe en su cabida,
viviendo a través del sueño en vida,
queriéndote con besos siendo un hado?

¿Has olido la rosa ya dispuesta
para acercar su piel hasta tu mano,
parándote la vida en un segundo?

Pues ese que a tu vida, vida presta,
que busca de tu piel calor humano
es aquel que pretende ser tu mundo.

ALMERÍA

Un pellizco de luz iridiscente,
En su playa otros dos de arena fina,
mil cien gramos de sol que la calcina
y otros tantos de ingenio de su gente.

Mil gramos de fervor adolescente
a la Virgen de barca nacarina
y otros tantos de vida submarina.
De noche, mil de luna y mil de ambiente.

Rociemos varios litros de alegría,
personas de otras tierras, dos montones
y un fandango de bella melodía.

Hacemos que la bañe una bahía.
Detengamos el tiempo en sus portones
y nos dirá su nombre: ALMERÍA

LECCIÓN DE POESÍA

A Javier Gazquez García

Puede haber un soneto divertido,
ser un soneto duro, bien templado,
un soneto mayúsculo, arrojado,
o un soneto de amor, triste y sentido.

Puede haber un soneto consentido,
soneto con acentos, bien rimado,
o lleno de distancia, muy volado...
O puede ser que explote, mucho ruido...

Pudiera haber sonetos desmayados
y sonetos de furia contenida,
o aquellos siempre rígidos y tersos.

Puede haberlos perdidos, luego hallados,
o sonetos de muerte o de vida,pero siempre serán catorce versos.

LECCION DE MATEMATICAS

A Abril Soria Wolf

El uno, circunspecto y estirado.
El dos es un gran pato del revés,
y como una mujer sentada el tres.
El cuatro, narigudo y controlado.

El cinco con visera y engordado,
el seis como la luna. ¿No lo ves?
El siete está cortado, tiene estrés.
El ocho tan orondo... engominado.

El nueve, la cabeza tras un seto
y el diez alguien que juega con un aro.
El once es como un uno en el espejo.

El doce va jugando con un tejo
y el trece va gruñendo. Es muy raro.
El catorce termina este soneto.

LA HOGUERA

Certera con tus luces infinitas
como lenguas de rojos amarillos,
mientras prendes mis ojos con tus brillos
que a su vista tu baile nunca evitas.

Tal parece que tú al compás tiritas
con sueños que despiertan diez mil grillos
que pasan por mi cuerpo sus cepillos
aumentando mis ansias infinitas.

Mas no puedo restar a tu mirada
la mía que en tu luz queda cautiva
desatando recuerdos ya olvidados.

Me prendes en el juego de la nada
persiguiendo tu luz, tu lengua esquiva
de rojos amarillos y morados

MI ODIO

Ese del que te ríes al final.
Ese con el que gozas al mirarme,
ese con el que anuncio mi desarme
sentado en tu rotunda terminal...

El que llora sintiendo tu fatal
presencia sin dejar que me rearme.
El que planta su mano de gendarme
y presta su capucha al carnaval...

Ese por el que lágrimas me brotan
rodando entre mis surcos su bostezo,
dejado del que debe ser custodio...

Ese en el que mis súplicas rebotan,
el que niega mis credos si le rezo,
ese del que te ríes, ese es mi odio.

AQUEL ROBLE

TRIPTICO AL AUTOR III

¿Cuando estuvo la música del cielo
rescatando del fuego que me abrasa
mi dolor y mi fe, mi luz escasa,
fatídico alimento de mi vuelo?

Solo estoy con mi dios y mi escalpelo
levantándome solo en esta casa,
y es que solo pretendo tabla rasa
para sentirme así solo en mi suelo.

La vida me procura referencias
soldadas a la esquina de mi sueño,
famélicas alforjas de vivencias.

Mi salud no procura gran empeño
recibiendo, como hace, las dolencias
dobladas de aquel roble que hoy es leño.

LA ESCALERA

TRIPTICO AL AUTOR II

He llegado al final de la escalera
donde el viento mortal, tornado viento,
me eleva más arriba donde tiento
con dedos de nostalgia blanda esfera.

El último escalón y ya la espera.
La nada en la tormenta del tormento
que sube desde mí, desde mi intento
y llega a mi garganta tan certera.

De recuerdos la vida se completa,
de rostros y de llantos y de risas
y de saltos al toque de corneta.

Ya no entiendo muy bien aquellas prisas.
Mientras cierro tranquilo mi carpeta,
el viento, el huracán, se tornan brisas.

ENTRESIJOS

TRIPTICO AL AUTOR I

Sinuoso, misterioso, displicente,
argumento basal, y sin sentido,
amante universal, vulgar querido,
apunte de buril, intransigente.

Odiado por los dioses y la gente,
soberbio, de ala ancha y divertido,
tan loco, terminal y sometido
su paso a la desgracia de indigente.

Así aprecia la vida el submarino,
el que ocupa su vida rebuscando
las gruesas disciplinas que no entiende.

Así me siento: de alba y vespertino.
Que no sé de carreras, siempre andando,
en el mismo lugar que me pretende.

MIRADAS