lunes, 3 de noviembre de 2008

MI DESTINO

Una mirada al frente
que se hunde en derredor.
Un sobre con dirección
marcada a fuego,
mas sin sello.
Una lluvia que lo moja
todo.
La niebla endémica.
La encendida luz de tu mirada
en el horizonte profundo
de las estrellas.
No saber de algún mañana,
haber perdido el ayer,
buscar una sonrisa
en mi pecho.
Olvido.
Y solo, ciego, loco, herido,
distanciarme de la realidad.
De todas las realidades.
Sumergirme en la tierra
que rompe en acantilados
de ocre.
La pulpa de los sueños vencidos.
El rojo atardecer,
mientras suben las raíces
atándome a la nada.

No hay comentarios: